Dra. Kerry Walker
Profesora Universitaria de Investigación Departamento de Fisiología, Anatomía, y Genéticas, Universidad de Oxford
Investigadora Postdoctoral Departamento de Fisiología, Anatomía, y Genéticas, Universidad de Oxford
PhD en Fisiología Universidad de Oxford
Translated by Inge Guerrero
La Dra. Kerry Walker nunca había conocido a un científico real cuando era niña, y pensaba que podrían ser personajes de fantasía, como los duendes. Al encontrarse en un hogar sustituto a los 4 años y ser criada en una familia de bajos ingresos, parecía haber pocas posibilidades de siquiera ir a la universidad. Pero su arduo trabajo durante la escuela la llevó a obtener una beca completa que cubrió todos sus gastos universitarios, abriéndole oportunidades con las que apenas se atrevía a soñar. Después de su primer año como estudiante universitaria, trabajó como asistente de investigación en el verano en el laboratorio del Profesor Gerard Martin y la Dra. Darlene Skinner, un laboratorio de neurociencia centrado en el aprendizaje espacial en roedores. Esta experiencia reveladora le hizo darse cuenta de que la ciencia era un trabajo real, y más aún, su trabajo soñado. Disfrutó tanto el descubrimiento del trabajo experimental que abandonó su plan original de convertirse en médica y comenzó su carrera como neurocientífica.
Después de obtener su B.Sc. en Neurociencia del Comportamiento de la Universidad Memorial de Newfoundland (Canadá), Kerry continuó su formación en un programa de M.Sc. de Neurociencia en la Universidad de Dalhousie (Canadá), donde trabajó en el laboratorio del profesor Dennis Phillips, estudiando asociaciones de percepciones del desarrollo del lenguaje y la lectura. Durante ese tiempo, Kerry se interesó en comprender el procesamiento auditivo a un nivel más celular. Esto la llevó a unirse al laboratorio del profesor Andy King y el Dr. Jan Schnupp (Departamento de Fisiología, Anatomía y Genética, Universidad de Oxford) para realizar un doctorado en Fisiología. Su investigación doctoral combinó el comportamiento de hurones con técnicas electrofisiológicas, investigando cómo la actividad neuronal en la corteza auditiva se relaciona con el procesamiento de sonidos naturales.
Al final de su doctorado, Kerry había ayudado a desarrollar grabaciones de la actividad neuronal en hurones despiertos y en comportamiento activo en el laboratorio; un paso innovador que le permitiría avanzar en su investigación sobre el procesamiento auditivo. Para aprovechar al máximo su logro, tomó una ruta poco convencional para su posdoctorado al decidir quedarse en el laboratorio de King. Utilizó su técnica recientemente establecida para investigar la percepción del tono. El tono es una característica clave en el procesamiento auditivo que nos permite reconocer la misma melodía si alguien toca la misma canción en un violín o en un piano. Su trabajo posdoctoral ayudó a revelar las asociaciones neuronales que subyacen a esta constancia perceptual en la corteza auditiva.
El primer paso de Kerry hacia el establecimiento de su independencia fue recibir una beca de investigación para jóvenes investigadores en la Universidad de Oxford. Lograr la independencia es un desafío en circunstancias normales, pero Kerry se esforzó por hacerlo en el mismo departamento en el que realizó su doctorado y posdoctorado. Ella describe el paso hacia la independencia como intimidante: “No tienes a tu investigador principal en quien apoyarte, realmente depende de ti… Lo más difícil es generar tus propias ideas y creer en ellas”. Para diferenciar su investigación de la de su mentor, Kerry siguió una serie de estrategias. Estableció colaboraciones con diferentes universidades y departamentos, esforzándose por pensar fuera de lo habitual y de su trabajo anterior. Aprovechando su reconocida capacidad de innovación, nuevamente desarrolló una nueva técnica: su laboratorio fue el primero en adaptar la imagen de calcio a dos fotones para estudiar la corteza auditiva del hurón. Con su corteza girencefálica (es decir, convolucionada) y su rango auditivo, que se superpone considerablemente con el rango auditivo humano, los hurones están bien establecidos como modelos en la neurociencia auditiva y a menudo se prefieren a los roedores.
Hoy en día, la investigación de Kerry combina técnicas de vanguardia para estudiar cómo las neuronas codifican diferentes sonidos en la corteza auditiva del hurón. Se basa en la imagen de calcio a dos fotones y en las sondas Neuropixels, electrodos de última generación que permiten registrar cientos de neuronas a lo largo de la profundidad de la corteza. El uso de dos técnicas diferentes permite a Kerry combinar sus fortalezas complementarias: la especificidad del tipo celular, facilitada por la expresión de indicadores de calcio en los subtipos neuronales de interés, junto con la alta resolución temporal y el acceso a diferentes capas corticales, proporcionado por las sondas Neuropixels. Kerry está utilizando este arsenal de herramientas para comprender mejor el procesamiento auditivo, incluidos fenómenos como la sintonización de frecuencias, la percepción del tono y la compensación de la reverberación.
Habiendo dado a luz a su hija mientras establecía su laboratorio, y al mismo tiempo que su primera estudiante de doctorado escribía su disertación, Kerry es abierta acerca de las luchas de sentirse dividida entre la vida familiar y la vida en el laboratorio. Como muchos científicos, experimenta una disonancia constante de pensamientos: la atracción por estar con su familia mientras trabaja en el laboratorio, o el impulso de estar en el laboratorio mientras pasa tiempo con su familia. “Es algo con lo que tienes que aprender a lidiar, porque nunca serás una madre perfecta y nunca serás una científica perfecta, así que solo tratas de dar lo mejor de ti”, reflexiona Kerry. Más allá de la vida familiar, aceptar que la perfección es imposible ha sido un valioso consejo en la carrera de Kerry, recordando que no debe detenerse, sino seguir avanzando, empujando constantemente los límites de sus técnicas e ideas.
Cuando no está en el laboratorio, Kerry pasa la mayor parte de su tiempo libre con su esposo y su hija. Como la primera persona de su familia en asistir a la universidad, Kerry ahora quiere ser un modelo a seguir para su hija y otras personas de entornos desfavorecidos, con la esperanza de inspirarlos a perseguir sus metas y romper barreras sociales. Después de todo, la ciencia es un trabajo real, y Kerry es la prueba viviente de ello.