Dra. Indira Turney
Becaria Postdoctoral Departamento de Neurología, Centro Médico de la Universidad de Columbia
Doctorado en Neurociencia Cognitiva Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State)
Translated by Ivette Martorell Serra
En investigación, a menudo tratamos la variabilidad debido a diferencias en las experiencias vitales o factores ambientales como variables de confusión que debemos controlar. La Dra. Indira Turney le da la vuelta a este dogma en su cabeza; ella acoge esta variabilidad, preguntándose cómo nuestras diferentes experiencias vitales moldean la estructura y función de nuestro cerebro. Más específicamente, como investigadora postdoctoral en Columbia, Indira estudia cómo el racismo y las experiencias vitales impactan el envejecimiento y la salud del cerebro.
El interés de Indira en el envejecimiento nace, en parte, de su experiencia criándose en una pequeña isla caribeña. Ella presenció a su abuela, así como otros miembros de la familia y de la comunidad, luchar contra la pérdida de memoria a medida que envejecían. La experiencia de su abuela con demencia impactó a Indira profundamente - deseó entender como el proceso de envejecer podía llevar a su abuela a olvidar su nieta favorita.
El deseo de Indira de entender el envejecimiento todavía tenía que tomar forma como potencial carrera cuando empezó la universidad en la Universidad de las Islas Vírgenes. Allí, un asesor académico le sugirió que estudiara psicología como especialidad y le presentó la idea de una carrera en investigación. Sin embargo, la primera incursión de Indira en un laboratorio de psicología clínica no la dejó muy convencida. Encontró que la investigación estaba demasiado alejada de los mecanismos neurológicos causantes de los fenómenos psicológicos que estudiaban. No fue hasta que pasó otro verano en un laboratorio de neurociencia clínica que encontró su nicho dentro del mundo de la investigación del cerebro. Ese verano, ella estudió cómo los procesos relacionados con la memoria cambian en el envejecimiento y en esclerosis múltiple utilizando imagen por resonancia magnética (IRM). Este enfoque más mecanicista despertó su interés, y el énfasis en el envejecimiento coincidió con su motivación original, más personal, para estudiar neurociencia.
Habiendo encontrado su pasión para una carrera en investigación, Indira se unió a un programa predoctoral en la Universidad de Pittsburgh. Aunque fue difícil dejar la comunidad que tenía en casa en el Caribe, pudo trabajar (¡totalmente financiada!) en un laboratorio de neurociencia clínica y se le dio el tiempo y los recursos para preparar su solicitud de posgrado. Como consecuencia, Indira fue aceptada en casi todos los programas doctorales en los que aplicó y finalmente se decidió por un programa de doctorado que le requirió una mudanza mucho más corta que su transición anterior: justo al otro lado de Pensilvania, en la Universidad Estatal de Pensilvania (Penn State).
En Penn State, Indira se unió al laboratorio de la Dra. Nancy Dennis, donde estudió la memoria a lo largo de la vida utilizando IRM. En particular, investigó las redes neuronales que subyacen la formación y la evocación de los recuerdos falsos - recuerdos que conservan información general sobre una experiencia pasada pero con detalles faltantes o incorrectos. Descubrió que la red de regiones cerebrales activadas durante un recuerdo falso aumenta en variabilidad entre los individuos a medida que envejecemos.
Esta variabilidad en el proceso del envejecimiento proporcionaría una semilla para el trabajo postdoctoral de Indira en Columbia, donde se pregunta lo siguiente: ¿Cómo contribuyen nuestras experiencias de vida acumuladas a las disparidades en la salud cerebral a lo largo del envejecimiento? Más específicamente, Indira estudia esta cuestión en el contexto del racismo y el estatus socioeconómico. Actualmente, Indira utiliza cohortes de sujetos humanos racialmente y étnicamente diversos (blancos, negros y latinos): WHICAP (adultos de 65 años o más en el área de Upper Manhattan) y Offspring (los hijos adultos de los participantes de WHICAP). Para este grupo de individuos, Indira utiliza tanto IRM como datos extensos sobre la historia de vida para estudiar la relación entre factores ambientales y socioculturales y la salud cerebral a lo largo de las generaciones. Algunos hallazgos preliminares en el trabajo de Indira muestran que las disparidades raciales en la salud cerebral ya son evidentes a mediana edad, sugiriendo un envejecimiento cerebral acelerado entre los adultos negros. Aunque los datos longitudinales (es decir, más puntos temporales a lo largo del tiempo) son necesarios para llegar a una conclusión definitiva, el trabajo de Indira destaca la importancia de examinar la salud cerebral a edades más tempranas y de identificar y reparar las condiciones de vida tempranas que pueden impulsar las disparidades en la mediana edad en diferentes razas y etnias.
Indira predice que estas discrepancias en el envejecimiento son impulsadas por el racismo sistémico, incluyendo diferencias en oportunidades y acceso. Como ella explica, “No se trata de cómo de activa físicamente soy, sino de cuánto acceso tengo a un gimnasio”. Espera que entender cómo las experiencias vividas afectan el riesgo de demencia y otros cambios relacionados con la edad proporcione nuevas perspectivas para todo el campo de la investigación sobre el envejecimiento. Esta investigación es especialmente importante dado que los individuos negros y latinos han sido históricamente poco estudiados en la neurociencia cognitiva, pero también están en mayor riesgo de enfermedad de Alzheimer y demencias relacionadas (ADRD, por sus siglas en inglés). Por lo tanto, entender los factores ambientales que impulsan el inicio de la ADRD en una población más representativa puede llenar un gran vacío en nuestro conocimiento neurocientífico y ayudarnos a comprender cómo reducir la prevalencia y gravedad de las condiciones relacionadas con el envejecimiento.
Este enfoque innovador de combinar datos de neuroimagen, biológicos y socioculturales introduce muchas otras preguntas, que Indira planea responder mientras continúa desarrollando su programa de investigación independiente. Su objetivo es investigar estas preguntas desde otros ángulos, incluyendo cómo la raza y la etnicidad interactúan con el lugar de origen y el envejecimiento cerebral. Ella espera que estos resultados brinden conocimiento sobre los mecanismos mediante los cuales el racismo y otras experiencias vividas se insertan en el cuerpo, resultando en cambios cerebrales.
A medida que Indira avanza en su carrera, se preocupa por reflexionar sobre los desafíos que enfrentó en el pasado para asegurar que aquellos que la sigan no enfrenten los mismos obstáculos. En particular, Indira recuerda la pérdida de comunidad que sintió cuando comenzó la escuela de posgrado. Aunque Pittsburgh había sido relativamente diverso, las personas que encontró en Penn State eran predominantemente blancas. Esta falta de diversidad, sumada a la mentalidad individualista que a menudo caracteriza la investigación en laboratorios, contribuyó a sentimientos de síndrome del impostor y choque cultural, ya que Indira luchaba por encontrar personas con experiencias y cultura de vida compartidas. Junto con varios otros estudiantes de posgrado, Indira revivió la Asociación de Estudiantes de Posgrado Negros, que se convirtió en una comunidad a la que pudo recurrir para obtener apoyo durante su doctorado y más allá. Ahora, como postdoc, Indira se enfoca en construir espacios comunitarios para personas de color negras e indígenas, para ayudar a fomentar el sentido de pertenencia y el acceso a apoyo culturalmente apropiado que la ayudó durante su trayectoria académica.
Un hilo común en el enfoque de Indira hacia su trabajo es su sentido de compasión y empatía: su ambición de comprender completamente la variabilidad en las experiencias vividas que moldean quiénes somos, y su deseo de corregir las injusticias que se derivan de ellas. Es este deseo de profundizar en lo que moldea a cada individuo lo que ha impulsado su brillante ciencia y la convierte en un recurso valioso para la comunidad neurocientífica como científica, mentora y líder.