Dra. Z Yan Wang

Dra. Z Yan Wang

 

Translated by Omaris Velez Acevedo

Profesora Asistente University of Washington

Becaria Postdoctoral Princeton University

PhD en Neurobiología University of Chicago

Para la Dra. Z Yan Wang, una pasión por la literatura precedió, y en cierto modo, precipitó su interés por la neurobiología. Durante su primer año como estudiante subgraduada en Cornell University, Yan tomó un curso transformativo sobre literatura asiática-estadounidense, enseñado por la Dra. Shelley Wong. Esta clase le dio por primera vez “un vocabulario, una estructura y una perspectiva que le puso en palabras las experiencias que tuve al crecer en este país” como una joven inmigrante china. Al mismo tiempo, como joven alumna la convirtió, inculcando una fascinación intelectual por temas literarios como la reproducción femenina. Aunque fue la ciencia, en lugar de la literatura, lo que finalmente se convirtió en su campo principal de actividad académica, esos temas continúan resonando a través de su investigación sobre la muerte reproductiva en pulpos y otros cambios de comportamiento al final de la vida de los invertebrados como nueva profesora asistente en University of Washington.

La conexión entre los intereses literarios y biológicos de Yan no fue inmediata. Más bien, en su primer verano de universidad, estaba buscando un trabajo que le permitiera permanecer en el campus y terminó tomando un puesto de asistente de investigación en el laboratorio de entomología de la Dra. Jennifer Thaler. Así, pasó un verano mágico de trabajo de campo en Ithaca, Nueva York, estudiando las interacciones depredador-presa entre las mariquitas y los pulgones, así como las orugas y las plantas que comen. Le encantó tanto que declaró una segunda concentración en biología (además de inglés) y buscó otro puesto de investigación en el laboratorio del Dr. Ned Place en la escuela de veterinaria. Aquí, pudo dedicarse por primera vez a sus intereses literarios en la reproducción femenina desde un ángulo experimental, estudiando cómo el tiempo de la maduración sexual en los hámsters siberianos influía la neurogénesis en el hipocampo. Afortunadamente, esta fue también su primera exploración en la neurociencia.

Otro curso transformativo convenció a Yan aún más de seguir un camino académico, aunque todavía tenía que decidir si en inglés o en biología. Este curso se tituló “Race and the University”, impartido nuevamente por la Dra. Shelley Wong junto con el Dr. Derek Chang, y exploró la función de la universidad a lo largo de la historia americana y su rol en diferentes proyectos y movimientos sociales. Mientras Yan y sus compañeros de clase cuestionaban y criticaban las instituciones de las que formaban parte, ella también podía verse a sí misma encontrando en un entorno académico, un hogar que la llenaba en un aspecto intelectual y emocional. A través de su exploración de cómo los estudiantes y académicos en las universidades tuvieron un impacto explosivo en los movimientos sociales de los años 60, Yan llegó a apreciar cómo ocupar posiciones de poder dentro de una universidad podría empoderarla para exigir más de esas instituciones y, en consecuencia, tener un impacto de gran alcance. 

Mientras Yan estaba considerando la posibilidad de realizar estudios graduados en biología o en inglés, el examen retante de “Graduate Record Examinations (GRE)” en inglés la inclinó hacia la biología. Decidió ir a University of Chicago para obtener su doctorado en neurobiología luego de una conversación particularmente inspiradora durante su periodo de entrevista. Rápidamente se llevó bien con el Dr. Cliff Ragsdale, cuya investigación en pulpos se entrelazaba maravillosamente con sus propios intereses en el comportamiento y la reproducción femenina. Durante su entrevista, él le contó sobre un fenómeno que ocurre en los pulpos que era muy conocido, pero cuyos mecanismos no se entendían bien. El fenómeno era que luego de un solo episodio de apareamiento y reproducción, los pulpos mueren de una manera realmente espectacular. Este proceso involucra múltiples fases: primero, un marchitamiento general e incapacidad de comer mientras cuidan sus huevos, seguido de un declive físico rápido y severo y cambios de comportamiento drásticos, incluyendo comportamientos autolesivos. Se sabía que el proceso completo estaba impulsado por una parte del sistema nervioso de los cefalópodos llamada la glándula óptica, pero no estaba claro cómo la misma lograba este fin dramático. Era un posible tema de investigación tentador para Yan.  Continuó a trabajar con Cliff y a colaborar ​​con la Dra. Caroline Albertin, quien dirigía el proyecto del genoma del pulpo, para observar la expresión génetica en las glándulas ópticas de los pulpos en diferentes estados de comportamiento (por ejemplo, sin aparearse versus al aparearse y en declive). Yan descubrió que la glándula óptica era significativamente más compleja de lo que muchos suponían. La misma secretaba una impresionante variedad de factores de señalización al final de la vida de la hembra apareada, incluyendo varios esteroides, neuropéptidos y catecolaminas.

Aunque disfrutó mucho su investigación doctoral sobre pulpos, cuando se graduó, Yan quería estudiar un organismo diferente con un mayor repertorio de comportamientos sociales (el pulpo, a pesar de toda su inteligencia y otras características fascinantes, es una criatura excepcionalmente solitaria). Dado a esto, se unió al laboratorio de la Dra. Sarah Kocher en Princeton para su posdoctorado, haciendo una transición de estudiar el final de la vida y el deterioro del comportamiento en pulpos hacia estudiar las influencias de la vida temprana en el comportamiento social de los abejorros. Yan encontró que el aislamiento social en la vida temprana resultaba en muchos cambios en la expresión genética y la neuroanatomía.  Además, también descubrió que a través de manipulación y análisis de comportamiento, estas abejas aisladas se volvían más sociales, aunque con algunas idiosincrasias. Esto contrastaba con hallazgos de una serie de estudios previos en mamíferos que sugerían que los individuos aislados se vuelven más agresivos.  Por lo tanto, el trabajo de Yan ilumina las consecuencias de gran alcance, pero un poco más sutiles, del aislamiento social en la vida temprana. A esto ella le llama “social competence”, o capacidad social: exhibir comportamientos sociales apropiados en contextos sociales apropiados.

Mientras Yan comienza su propio laboratorio en University of Washington, continúa trabajando con abejorros, así como también se reúne con su viejo amigo, el pulpo. En conjunto, su objetivo es investigar cómo el sistema nervioso equilibra distintos paradigmas conductuales y las transiciones hacia el final de la vida a través de los lentes de la neurobiología conductual, evolutiva y comparativa. Planifica continuar el trabajo que comenzó durante su doctorado sobre la muerte reproductiva del pulpo y expandirlo para estudiar otros cefalópodos. Incluso, planifica estudiar otras especies de pulpos con glándulas ópticas, pero diferentes programas de comportamiento al final de la vida. En su trabajo propuesto con el abejorro, planifica cambiar el enfoque de sus vidas tempranas hacia un enfoque en sus vidas posteriores. En este tiempo más tarde en sus vidas, las colonias maduras pasan de ser cooperativas a competitivas en ciertas épocas del año.

Mientras planifica su programa de investigación, piensa simultáneamente en lo que aprendió durante ese curso transformativo "Race and the University" y cómo utilizará la misma posición dentro de la academia que reconoció por primera vez como estudiante que podría tener un impacto positivo. Como investigadora principal, cree que la forma en que su laboratorio contesta sus preguntas es tan importante como las propias preguntas. "Valoro tratar a las personas bien y seguir la ciencia con claridad moral". Ella reconoce que esto va a requerir un esfuerzo constante de expandir su imaginación y creatividad para empujar en contra del orden establecido, que en sus propias experiencias como aprendiz, a menudo se sentía como explotación. Además, para Yan, ser profesora no solo se trata de ser investigadora principal. “También significa aprender, comprender y explorar esta nueva dimensión de interactuar con jóvenes académicos en espacios creativos, incluyendo espacios que creo que pueden ser realmente productivos y generativos para tener conversaciones que pueden conducir a un cambio cultural”. En este sentido, actualmente está desarrollando su propio curso sobre “Racismo en Neurociencia” que debutará en el invierno y está inspirado en esa clase transformativa que tomó, así como en los movimientos sociales ocurriendo hoy en día. En conjunto, Yan ejemplifica lo que significa ser una investigadora y académica reflexiva, dedicada y ética. En fin, una persona que está preparada para tener un impacto de gran alcance.

 
Dra. Ashley Juavinett

Dra. Ashley Juavinett

Dra. Julie Siegenthaler

Dra. Julie Siegenthaler