Dra. Julie Siegenthaler

Dra. Julie Siegenthaler

 

Profesora Asociada del Desarrollo – Departamento de Pediatría, Universidad de Colorado, Campus de Medicina de Anschutz. 

Becaria postdoctoral – Universidad de California, San Francisco.

PhD en Neurociencia y Fisiología – Universidad Médica SUNY Upstate.

Translated by Yolanda Gomez-Galvez

La Dra. Julie Siegenthaler recuerda vívidamente estar sentada en una clase de neurociencia en Mount Holyoke mientras que el profesor dibujaba una unión neuromuscular en la pizarra. Se maravilló de la estructura detallada de la unión, el sitio en el que una señal neuronal se traduce en movimiento muscular. Fue en ese momento cuando Julie de verdad se enganchó a la neurociencia. Al comenzar la universidad con una especialidad en Historia, Julie primero cambió a una especialidad en Psicología y luego a una especialidad en Neurociencia cuando se sintió atraída por la biología celular y molecular básica del cerebro. Cautivada con los temas que se enseñan en el plan de estudios de Neurociencia, sintió que finalmente había descubierto su nicho. Es importante destacar que, dado que Mount Holyoke es una universidad para mujeres, Julie se vio inmersa en una profunda historia de mujeres que resaltan en ciencia, por lo que le parecía normal que ella pudiera hacer lo mismo. Y eso fue exactamente lo que hizo.

Después de Mount Holyoke, Julie hizo un doctorado en Neurociencia y Fisiología en la Universidad Médica SUNY Upstate, donde se enfocó en la neurobiología del desarrollo y lo que impulsa la diferenciación y migración de células madre neurales. Hacia el final de su doctorado, el Dr. Sam Pleasure visitó su póster en una conferencia de la Sociedad de Neurociencia (Society for Neuroscience, en inglés) y continuaron su conversación durante la comida. Julie recuerda claramente a Sam sacando su portátil en medio de un restaurante chino en DC para mostrarle un nuevo e interesante fenotipo de desarrollo que había observado: un ratón con una neocorteza alargada. Estaba fascinada. Al final, Julie aceptó una posición postdoctoral en el laboratorio de Sam en la Universidad de California, San Francisco.

Uno de los "momentos de descubrimiento" favoritos de Julie se produjo durante su postdoctorado. Ella estaba genotipando ratones de temprana edad que habían estado expuestos a ácido retinoico (un metabolito de la vitamina A) durante el desarrollo. De pie frente al gel [para el genotipado], pensó que debía haber algo mal: las bandas de gel indicaban claramente que estos ratones tenían la mutación que causa una neocorteza alargada, pero los ratones parecían totalmente normales. Resultó que no fue un error ni una casualidad: había descubierto que el ácido retinoico anula esta mutación en particular, restaurando el desarrollo cortical normal. Julie todavía trabaja en el papel del ácido retinoico en el desarrollo en su propio laboratorio en la Universidad de Colorado, en el Campus de Medicina de Anschutz, estudiando las interacciones entre el cerebro, las meninges y la vasculatura cerebral.

Si bien a Julie le apasionan especialmente las meninges y los tipos de células que residen allí, a ella le gusta que sus alumnos y alumnas generen sus propias preguntas, incluso si eso significa desviarse del enfoque principal del laboratorio. “Creo que los mentores más exitosos son los que no encajonan a sus estudiantes”, dice Julie. En cambio, los mejores mentores confían en sus alumnos y alumnas, dándoles la libertad de probar sus propias ideas. Un segundo aspecto de la mentoría que Julie cree que es importante es mantener un tiempo de respuesta rápido para cualquier cosa que le envíen sus alumnos, como borradores de manuscritos o becas. “Esto le permite saber a tus estudiantes y postdoctorados cómo de importante su trabajo es para ti”, explica. En última instancia, Julie encuentra la mentoría increíblemente gratificante, tan satisfactoria como el descubrimiento científico mismo. Ayudando a sus alumnas y alumnos a tener éxito, ella puede ver cómo su impacto se extiende más allá de su propio trabajo y laboratorio.

Julie todavía pasa mucho tiempo en el laboratorio, formando a sus estudiantes y postdoctorados en el arte de diseccionar meninges del cerebro o hacer microscopía. Sin embargo, su orientación científica no está reservada solo para sus aprendices formales: ¡cada día envía una foto microscópica a su hijo de 12 años (porque él las pide)! Incluso él le puso nombre al nuevo tipo de célula que Julie caracterizó recientemente, "células techo". Cuando no está en el laboratorio, la atención de Julie se centra en su familia y es evidente que está transmitiendo la emoción pura que encuentra en el descubrimiento científico; Julie reflexiona que su hijo sabe todo sobre la neurogénesis y ama la barrera hematoencefálica. Su entusiasmo por su trabajo está ayudando sin duda a inspirar a la próxima generación de científicos y científicas.

Desde ese momento en la Universidad, aprendiendo sobre la belleza de la unión neuromuscular, Julie ha sido impulsada por una curiosidad incontenible. Ella dice que hay dos tipos de personas en el mundo de la ciencia: las que pueden cubrir un portaobjetos y esperar hasta el día siguiente para mirarlo, y las que necesitan echar un vistazo inmediatamente. Julie es el tipo de persona que necesita echar un vistazo. Sin embargo, puede ser que estas dos categorías no estén escritas en piedra. No me sorprendería si el entusiasmo desenfrenado de Julie por la ciencia a lo largo de los años ayudó a cambiar a compañeros y aprendices desde el tipo que se va a casa después de cubrir el cubreobjetos al tipo tiene que ir al microscopio, aunque solo sea por un momento.

 
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