Dra. Yasmin Escobedo Lozoya

Dra. Yasmin Escobedo Lozoya

 
  • Becario Postdoctoral Harvard University

  • Ph.D en Neurociencia Brandeis University

Translated by Dra. Yasmin Escobedo Lozoya

A lo largo de sus experiencias navegando por el sistema académico, la Dra. Yasmin Escobedo Lozoya ha reflexionado extensamente sobre la naturaleza colaborativa de la búsqueda de conocimiento de la humanidad: ¿Cómo se descubren afinidades y se forman asociaciones entre la gente para perseguir un objetivo común?, ¿Cómo se identifican y delegan estos objetivos? Al mismo tiempo, Yasmin, ahora investigadora postdoctoral, también hace preguntas similares en el ámbito de la neurociencia: ¿Cómo se establecen las conexiones entre las células del cerebro? y,  ¿Cómo se regula la comunicación en el cerebro?

Como estudiante de licenciatura en la Universidad Nacional Autónoma de México, Yasmin comenzó con un conjunto mucho más amplio de preguntas: ¿Por qué somos curiosos los seres humanos y cómo aprendemos? Ella esperaba crear un puente entre estas preguntas filosóficas y su amor por la biología en un laboratorio de investigación de neurociencias. Encontró esta oportunidad en un programa único que le permitió rotar en laboratorios de investigación como estudiante. Yasmin exploró laboratorios que visualizaban la dinámica en las conexiones neuronales y se sumergió en la electrofisiología. Por primera vez, vio cómo las señales externas modulaban las propiedades biofísicas de una neurona y comenzó a preguntarse cómo se integraba y almacenaba esta información dentro de las células del cerebro para formar un recuerdo.

En busca de respuestas, Yasmin comenzó el proceso de selección y solicitud de programas de doctorado. Conoció a un profesor en una pequeña conferencia en México que notó su entusiasmo por la neurociencia durante la presentación de un póster científico. Él le sugirió que enviará su solicitud de admisión a la Universidad de Duke, donde él era investigador. Varios meses después, se unió a su laboratorio, como una nueva estudiante de posgrado. Desafortunadamente, la realidad de obtener un doctorado en los Estados Unidos fue diferente de lo que ella esperaba y experimentó un choque cultural. Descubrió que quienes la rodeaban tenían prioridades diferentes a las de ella: parecían menos centrados en los aspectos de la ciencia enfocada hacia el descubrimiento y más centrados en publicar sus artículos en revistas de prestigio. Al describir un sentimiento constante parecido a la falta de palabras nerviosas que uno experimenta justo antes de una presentación importante, Yasmin relató sentirse sin voz y aislada, sin forma de expresar el choque cultural que estaba experimentando.

Al darse cuenta de la desconexión entre la cultura de investigación que esperaba encontrar en un programa de posgrado en los EE. UU. y sus experiencias en este programa de doctorado, se dejó derivar fuera del programa mientras buscaba una forma de reconciliar sus sentimientos y un entorno que se ajustara mejor a su noción de ciencia colaborativa e impulsada por el descubrimiento. Solicitó un puesto de técnico en el laboratorio del Dr. Ryohei Yasuda. Este laboratorio estaba estudiando los mecanismos biofísicos del almacenamiento de la memoria, el tema que le había entusiasmado tanto cuando se postuló originalmente para los programas de doctorado. Emocionada por la posibilidad de estudiar las preguntas que le habían despertado curiosidad desde hacía tanto tiempo, envió su solicitud y le ofrecieron una entrevista. Aunque la entrevista pareció haber ido bien; no estaba segura de si había conseguido el trabajo. Decidió volver al día siguiente y empezar a trabajar, y el Dr. Yasuda no la detuvo. ¡Fue contratada! Este laboratorio más pequeño, combinado con el entorno colaborativo promovido por el  Dr. Yasuda, se sentía mucho más cerca del ideal que ella había imaginado para lo que sería una carrera en investigación. La formación de equipos y el enfoque en la búsqueda de un objetivo común se arraigaron como principios fundamentales del laboratorio. Yasmin espera llevar esta filosofía a su propio laboratorio; planea priorizar la creación de un entorno que fomente la colaboración y la conexión interpersonal en todos los aspectos, hasta en cómo se organizan las cosas en los estantes.

Recién revitalizada y con un modelo de lo que estaba buscando en un entorno de investigación, Yasmin decidió volver a solicitar su ingreso a programas de doctorado. Encontró un programa ideal en el Departamento de Biología de Brandeis, en donde cursó su Programa de Neurociencias; el entorno universitario más conectado entre disciplinas y el programa de posgrado diseñado para apoyar a los estudiantes y promover la equidad le atraían. Se unió al laboratorio del Dr. Sacha Nelson y pasó a estudiar la dinámica de redes en desarrollo. Su tesis se centró en cómo las neuronas usan los mecanismos de plasticidad para adaptarse a cambios en los niveles de actividad. Abordó esta pregunta al observar lo que sucede cuando el proceso falla completamente; si las neuronas no están expuestas a patrones de actividad normales durante el desarrollo y, por lo tanto, no pueden adaptarse adecuadamente ¿cómo afecta esto al funcionamiento de la red? Para responder a esta pregunta, Yasmin bloqueó la actividad en un modelo de rebanadas de corticales de corteza de ratón y observó los cambios en la morfología celular y la actividad eléctrica exhibidos por las neuronas dentro de estas redes. Encontró que en respuesta a la privación de actividad, las células tomaron casi todas las medidas disponibles para aumentar su excitabilidad. Esto provocó una sobrecompensación posterior, desestabilizando la red y provocando actividad epiléptica.

Para su trabajo posdoctoral en el laboratorio de la Dra. Susan Dymecki en la Escuela de Medicina de Harvard, Yasmin estudia una pregunta similar. Sin embargo, ahora se enfoca en cómo las diferentes redes cerebrales se comunican de manera efectiva a través de la modulación de sus respectivos "volúmenes", o en qué medida se modula la información que comparten a través de sus conexiones con otras regiones del cerebro. Específicamente, analiza las neuronas que expresan los genes asociados con la producción de serotonina, un neuromodulador en el cerebro que es capaz de aumentar o  disminuir el ‘volumen’ de comunicación entre ciertas neuronas y redes. Ella estudia un subconjunto único de neuronas en esta familia serotoninérgica que se conecta al hipocampo y es importante para crear recuerdos de experiencias positivas en ratones. Yasmin plantea la hipótesis de que estas células modulan la codificación de las memorias de experiencias positivas, determinando si el cerebro forman o no un rastro de memoria para un evento determinado.

Ella espera continuar estudiando cómo las diferentes partes del cerebro se comunican entre sí en su propio laboratorio. Sin embargo, incluso mientras estudia la comunicación intracerebral, también tiene el ojo puesto en la comunicación intercerebral como tema principal del laboratorio Escobedo en un futuro muy cercano. A lo largo de esta entrevista, el compromiso de Yasmin de fomentar un ambiente acogedor e inclusivo es evidente. Su consideración y dedicación en este sentido ayudarán a cerrar la brecha entre las realidades de la academia en los EE. UU. y el ideal que Yasmin había imaginado, asegurando que los jóvenes científicos se sientan bienvenidos en la comunidad académica.

 
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