Dra. Lindsey Glickfeld
Profesora asistente Universidad de Duke
Investigadora Postdoctoral Universidad de Harvard
Doctorado en Neurociencia Universidad de California San Diego
Translated by Yolanda Gomez Galvez
Si bien la Dra. Lindsey Glickfeld estuvo interesada en la ciencia desde que era una niña, su entrada en la neurociencia en particular fue fortuita. Como estudiante de primer año en la Universidad de Stanford con la intención de estudiar genética, se encontró con un interesante correo electrónico de un estudiante de postgrado que buscaba ayuda en su investigación. Resultó que ese estudiante de postgrado estaba en el laboratorio de Richard Tsien, y pronto se encontró uniéndose a un laboratorio de neurociencia con muy poco conocimiento de neurociencia. El estudiante de postgrado con el que ella trabajó estaba estudiando neurotransmisión – un concepto con el que no estaba familiarizada – pero rápidamente quedó cautivada por las técnicas que le permitían visualizar la liberación de neurotransmisores en una sinapsis en tiempo real. A partir de ahí, su pasión por la neurociencia sólo creció, y se quedó en el laboratorio de Tsien estudiando la transmisión sináptica a nivel molecular y celular durante todo su tiempo como estudiante de pregrado. Nunca se pudo imaginar que responder a ese correo electrónico como estudiante de primer año la prepararía para una carrera completa en neurociencia, estudiando la función sináptica desde el nivel de las células hasta los circuitos a pequeña escala y, finalmente, circuitos corticales a gran escala procesando información visual como Profesora Asistente de Neurobiología en la Universidad de Duke.
Durante la transición de Lindsey de su laboratorio de pregrado a la escuela de postgrado en la Universidad de California – San Diego, quiso ampliar su conocimiento de la transmisión sináptica, interesándose particularmente en cómo la anatomía y la fisiología de las sinapsis afectan su función. Esto le llevó al laboratorio de Massimo Scanziani, donde estudió cómo los mecanismos sinápticos afectan la inhibición en un circuito del hipocampo. Lindsey amaba los tipos de experimentos que estaba haciendo en la escuela de postgrado, pero aún así se preguntaba cómo la actividad sináptica a nivel de circuito se relacionaba con el procesamiento de información sobre el ambiente.
Después de graduarse, Lindsey decidió estudiar el sistema visual, donde los experimentos pueden vincular mejor la fisiología de una sola neurona con la información sensorial que existe en el entorno. Como becaria postdoctoral en el laboratorio de Clay Reid en la Universidad de Harvard, decidió abordar audazmente un experimento altamente técnico que requería imágenes y registros de la misma neurona en el cerebro intacto y en una rebanada de cerebro, respectivamente. Si bien este experimento estaba considerado casi imposible, ella se dedicó a ello con la esperanza de comprender cómo las propiedades de respuesta sensorial de las neuronas en la corteza visual se relacionan directamente con su conectividad. Sin embargo, el proyecto demostró ser mucho para una sola persona, y su arduo trabajo se vio desafiado aún más cuando otro grupo publicó los resultados de un conjunto de experimentos muy similares. Algunos podrían haberse dado por vencidos en este punto, pero Lindsey, en lugar de desanimarse, aprovechó la oportunidad para cambiar de rumbo y concentrarse en otro proyecto que finalmente arrojó resultados muy emocionantes. Durante esta experiencia, recordó el consejo de su supervisor de doctorado de que "no existe tal cosa como que alguien se te adelante [en ciencia]" porque siempre se aprende de los datos. Lindsey se ha tomado esto muy en serio; su filosofía es hacer los experimentos que le apasionan sin miedo a que otros hagan lo mismo. Ella comenta que es un perjuicio para la ciencia no verificar que lo que otros han demostrado sea replicable. Además, no hay dos conjuntos de datos idénticos, por lo que, como científicos, debemos aprender todo lo que podamos de los datos que recopilamos. Esta filosofía ha resultado exitosa ya que Lindsey ha completado y publicado muchos estudios influyentes en su campo.
En su laboratorio de la Universidad de Duke, Lindsey utiliza el ratón como organismo modelo, lo que le permite combinar genética, electrofisiología, imágenes y comportamiento para comprender cómo se transforma la información visual en la corteza visual. Por ejemplo, quiere entender cómo en la corteza visual los campos receptivos simples llegan a representar algo más complejo, como un objeto. Sus logros e impacto científicos fueron reconocidos al principio de su carrera con el premio Nuevo Innovador del Instituto Nacional de Salud (NIH New Innovator Award).
A lo largo de la carrera de Lindsey, la curiosidad ha sido su motor. La curiosidad le llevó a responder un correo electrónico que definió su carrera, a probar un experimento aparentemente imposible y a buscar nuevas preguntas sin miedo. Como investigadora principal, la Dra. Lindsey Glickfeld ahora puede disfrutar el desafío de liderar múltiples proyectos emocionantes que están moldeados por su valentía y curiosidad.