Dra. Stacey Dutton
Profesora Asistente Departamento de Biología, Agnes Scott College
Becaria Postdoctoral FIRST Emory University School of Medicine
PhD en Neurociencia Emory University
Translated by Omaris Velez Acevedo
Este perfil fue escrito a partir de la entrevista de la Dra. Stacey Dutton con la Dra. Brielle Ferguson de Black In Neuro como parte del día #BlackWomenInNeuro durante #BlackInNeuroWeek (del 27 de julio al 2 de agosto de 2020). Pueden escuchar la entrevista original en la página web de Black In Neuro, así como aquí en nuestra página web (¡El enlace se encuentra al final de esta página!)
La Dra. Stacey Dutton estaba a punto de realizar un doctorado en inmunología cuando la neurociencia abrió paso en su vida sin piedad. Mientras estudiaba para el GRE en su último año en HBCU University of Maryland Eastern Shore, su hermano menor sufrió un derrame cerebral isquémico masivo que lo dejó hemiparapléjico. Este incidente no solo cambió la vida de su hermano, sino que también ocasionó un giro dramático en la trayectoria profesional de Stacey. En ese momento, había pasado los veranos realizando investigaciones de inmunología en NIH y estaba totalmente comprometida a realizar su doctorado en este campo; ni siquiera había tomado un curso de neurociencia. Pero en cuanto se despertó su curiosidad, nada podía parar a Stacey de estudiar el cerebro, el órgano cuya disfunción había transformado tan repentinamente la vida de su hermano. A pesar de encontrar grandes obstáculos en el camino, especialmente como mujer negra en un campo predominantemente dominado por personas de tez blanca y mayormente hombres, Stacey se ha convertido en una mujer negra tremendamente exitosa e inspiradora en neurociencia.
Aunque el cambio al campo de neurociencia al final de la universidad presentó ciertos desafíos, aún más desafiante fue la transición de HBCU al “mundo blanco de la academia” al ingresar al doctorado en neurociencia en Emory University. Stacey describe el comienzo de sus estudios doctorales como un momento increíblemente difícil y solitario. No solo fue difícil pasar de estar entre los mejores de su clase a estar entre todo un cohorte de personas que habían sido los mejores de sus clases, sino que su síndrome del impostor fue agravado al ser una de los pocos estudiantes graduados negros a través de los departamentos de la universidad. Ella recuerda que de 150 personas en su curso graduado de bioquímica, sólo había como cinco estudiantes negros, incluyendola a ella. Además, durante este curso en el que innumerables profesores acudieron a dar clases, ninguno de ellos era negro. Ese sentimiento de estar fuera del grupo se exacerbó cuando recibió una mala nota (la peor de su vida por mucho) en su primer examen, lo que la puso en período de probatoria académica durante ese primer semestre. Para colmo, estaba viviendo en un nuevo estado donde no tenía raíces, no tenía familia y ni siquiera algún mentor académico con quien se sintiera cómoda pidiendo ayuda. Sin embargo, Stacey logró encontrar la ayuda que necesitaba para seguir adelante, aprovechar su fuerza interior y prosperar. No sólo sobrevivió la escuela graduada, sino que también tuvo un éxito increíble en el camino, realizando investigaciones interesantes sobre el rol de los canales de sodio dependientes de voltaje en los síndromes de epilepsia y ganando múltiples becas competitivas. Ella reflexiona sobre este período como la experiencia más fortalecedora de su vida, durante la cual desarrolló resiliencia y la capacidad para superar desafíos, virtudes que la han ayudado a enfrentar otros períodos difíciles en los años posteriores.
Cuando Stacey terminó su doctorado y realizó un posdoctorado, también en Emory, todavía no estaba segura de qué quería hacer con su vida. Aunque a Stacey le gustaba hacer ciencia, sentía que se le prestaba más atención al trabajo que ella producía que a ella como individuo y a su propio desarrollo como científica. Por otro lado, muchas de sus experiencias más gratificantes y agradables en su doctorado habían sido de asesoría a otros estudiantes y apoyo al desarrollo científico de otros individuos. Stacey sintió que quería centrar su carrera en ayudar a cultivar la próxima generación de científicos. Como becaria FIRST en Emory, obtuvo una formación en enseñanza y decidió buscar una posición de facultad en un colegio universitario de artes liberales. De esa manera,Stacey podría dirigir un programa de investigación y al mismo tiempo participar mucho más en la enseñanza y la mentoría.
Ahora Stacey es profesora asistente de biología en Agnes Scott College, una pequeña universidad de artes liberales para mujeres en las afueras de Atlanta. La investigación de su laboratorio se centra en los canales iónicos, especialmente los canales de sodio dependientes de voltaje, y recientemente se ha ampliado para investigar estos canales iónicos en posiblemente uno de los órganos menos estudiados de toda la biología humana: el clítoris. Stacey se inspiró a seguir esta línea de investigación mientras impartía un curso sobre la Biología de la Mujer y se dio cuenta de lo poco que ella sabía sobre este órgano sexual. Al principio se sintió muy angustiada: “¿Cómo puedo ser bióloga?”, pero decidió convertir su exasperación en acción. Al igual que cuando decidió cambiar de campo y dedicarse a la neurociencia, su pasión y curiosidad la llevaron una vez más a dar un gran salto e incorporar el clítoris a su programa de investigación. Desde entonces, esta línea de trabajo ha despegado de maneras que nunca esperó, como estar involucrada en el desarrollo de estrategias de enseñanza para educar a las personas sobre el sexo y el clítoris. Incluso, apareció en el documental Dilema del Deseo y organizó un evento multidisciplinario llamado “Pensamiento Clítico” en su instituto, que contó con una serie de charlas de ciencia, artes y humanidades y una estatua enorme del clítoris completo hecha por la artista Sophia Wallace.
A pesar de que su tema de investigación ha tenido algunos giros inesperados a través de su carrera, Stacey ha sido inquebrantable en su compromiso hacia la mentoría. Ella explica: “Mi pasión detrás de ser científica y docente es querer formar grandes científicos”. Aunque a veces tiene que decir no a formar parte de comités adicionales u otras responsabilidades, nunca dirá no a ser mentora de estudiantes. Particularmente, como una de las pocas profesoras negras en campos STEM en su institución encuentra que muchas jóvenes negras la buscan como mentora y siente tanto la responsabilidad de ayudarlas como una inversión personal en su éxito. Ella recuerda lo difícil que fue encontrar mentores científicos negros a lo largo de su propia carrera, especialmente mentoras negras, y cuánto tiempo le tomó sentir un verdadero sentido de comunidad en su trayectoria científica.
Stacey encontró esa comunidad en Agnes Scott College. Por primera vez en su carrera, puede ser verdaderamente ella misma sin involucrarse en un cambio de código (code-switching) emocionalmente agotador. Ella siente que su valor para la comunidad es visto y apreciado, y eso la ha enriquecido como científica de una manera que nunca antes había encontrado. “Para mí, venir aquí fue ese boleto a la felicidad”, reflexiona. Como profesora y como mujer negra visible en la comunidad Black In Neuro en general, ahora se encuentra en una posición privilegiada para apoyar a la próxima generación de mujeres negras en la neurociencia para que no se sientan tan solas como ella antes. “La escuela graduada para una persona negra implica mucha supervivencia”, reflexiona, “... pero Black In Neuro es el siguiente paso para sobrevivir: ahora estamos prosperando y lo estamos haciendo independientemente de lo que todos piensen."
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